MIS ÚLTIMOS 50 AÑOS 1971 – 2021 CARLOS CAMPOS COLEGIAL
Le respondí que no había problema, que me quedaría hasta finales de enero, momento en el cual ellos regresarían de su viaje internacional.
Con el señor mormón siempre hubo una relación cordial y fluida. Fue alguien con quien compartí diversas conversaciones, y a pesar de las diferencias ideológicas que teníamos, especialmente en lo político, supimos mantener un trato respetuoso. Él me manifestó en varias ocasiones su admiración por mi capacidad de tomar decisiones firmes, aunque siempre cuestionaba mi postura política. Yo, siendo de derecha "pura sangre", y él, de izquierda "pura sangre", no dejábamos de debatir sobre estos temas, aunque de forma pacífica.
Recuerdo que, en una ocasión, me decía: "¿Cómo es posible que un vaciado como usted, sea de derecha?", refiriéndose a nuestra profunda diferencia de perspectivas.
Uno de los ejemplos que solía ponerle para ilustrar nuestra diferencia era Aicardo Osorio, un líder local de izquierda que jamás me mostró hostilidad, a pesar de que discutíamos frecuentemente sobre la política. Aicardo y yo compartimos mucho tiempo juntos, incluso viví en su taller durante ocho meses, y nuestras diferencias políticas nunca afectaron nuestra amistad.
A lo largo de nuestros encuentros, el señor mormón me reprochaba constantemente por relatar mis historias en primera persona. Él no entendía por qué sentía la necesidad de contar mis experiencias personales. Sin embargo, un día, al escucharme contar una de mis muchas vivencias, me sugirió: "¿Por qué no escribes tus historias?". Fue en ese momento cuando comencé a considerar seriamente la idea de plasmar mis vivencias en palabras.
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La verdadera chispa que encendió mi decisión de escribir vino cuando me tropecé con una frase de Miguel de Unamuno que cambió mi perspectiva: "Solo podemos conocer y sentir a la humanidad, en el único ser humano que tenemos a mano". Fue entonces cuando comprendí que, al narrar mi vida, no solo compartía mis experiencias personales, sino que también podía tocar la esencia humana de los demás.
Este pensamiento, junto con el constante reproche del señor mormón y la sugerencia de escribir, me dio la seguridad y la alegría de empezar a escribir mi historia. Así, lo que empezó como una serie de anécdotas compartidas en conversaciones, se transformó en un propósito más grande: contar lo que había vivido y experimentado. El hecho de que alguien me alentara a hacerlo y que yo mismo encontrara en la reflexión de Unamuno un sentido más profundo a mi narración, se convirtió en la semilla de este proyecto literario.
Llegó el momento de emprender esta difícil tarea, aunque desconocía lo complicado que es contar nuestras historias por escrito, algo muy diferente a narrarlas. Alguien muy cercano, la señora Claquial, me había comentado al respecto, pues ya había tenido la experiencia. A pesar de tener múltiples y espectaculares historias en su haber y de ser una estupenda narradora, no había logrado culminar su obra precisamente por las crisis que se le presentaban al abordar ciertos temas vividos. Fue fundamental en la elaboración de esta obra la colaboración de la señora Claquial, de quien les contaré más detalladamente para culminar estos "Mis últimos 50 años".
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A partir de noviembre, decidí bajar nuevamente la aplicación de Tinder, especializada en conectar personas. A través de esta plataforma, en el año 2017, había conocido a Doña Flor Ángela en Copacabana. Durante los tres meses siguientes, me contacté con más de 200 señoras mayores de 60 años, la mayoría de las cuales (un 49%) buscaban una relación casual o, al menos, una amistad.
Varias de ellas me expresaron abiertamente: "Estoy muy bien viviendo sola, si llegamos a algo, usted en su casa y yo en la mía. De vez en cuando salimos a tomar algo, y si se da, nos hacemos mantenimiento, y eso sería todo". Un porcentaje considerable (también un 49%) tenía preguntas sobre mi situación económica, comenzando con la duda de si era pensionado o no y cuáles eran mis recursos materiales. Al explicar que no estaba en esa condición, muchas de ellas respondían con una excusa que normalmente involucraba una llamada urgente de un hijo, prometiendo contactarme más tarde. Sin embargo, esa llamada nunca se concretaba. Por otro lado, un bajísimo porcentaje (alrededor del 2%) mostraba un interés genuino en entablar una relación formal, sin que el tema económico fuera un impedimento. Entre estas se encontraban mujeres como Maureen Luz, La Chinita, Dolly Cecilia, La Señora Bonita, La Señora Ajena, Luz Marina, La Señora de Envigado y Claquial, todas ellas desinteresadas y completamente entregadas al sentimiento y la conexión genuina.
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A todas ellas les agradezco profundamente, pues Dios las bendecirá eternamente. Han quedado con un lugar muy especial en mi corazón.
Como es común en los pueblos pequeños, todo se sabe, y en una ocasión, un señor muy conocido se acercó a Jorge Darío para alertarle sobre el riesgo que implicaba tenerme manejando la droguería sin una remuneración definida. Este señor pensaba que, cuando me fuera, la demanda podría ser monumental. Jorge Darío le comentó la situación a Doña Isabelita, quien, con confianza, me lo comunicó.
Le aseguré que nunca sucedería nada de ese tipo, y para tranquilidad de todos, cuando llegara el momento de partir, dejaría un documento con firma autenticada en notaría en el que confirmaría que la droguería y Doña Isabelita estarían a paz y salvo en cuanto a conceptos salariales y cualquier otro aspecto relacionado. Así fue, y la noche del 28 de enero de 2020, cuando este personaje pasó por la droguería, me despedí de él y le entregué una copia del "paz y salvo". Él se quedó sorprendido, pero disimuló bien, preguntándome por qué le entregaba ese documento. No le respondí en ese momento, y días después, le preguntó a Doña Isabelita si ella sabía el motivo de la entrega de ese documento la noche anterior a mi viaje.
La Navidad y el Año Nuevo los pasé en casa de un hermano de Doña Isabelita, acompañado de su familia, hasta bien entrada la madrugada. Aproveché esos días para empezar a organizar mi trasteo, ya que, cuando regresaran de su viaje, partiría a Medellín para comenzar una nueva etapa.
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No debo pasar por alto un evento crucial que ocurrió el 15 de noviembre: un ser intermedio me visitó para advertirme y hacerme una recomendación sobre lo que sería mi próxima relación. Como ha sucedido siempre, cuando menos lo esperaba, se me presentó con un mensaje profético.
Según este ser, pronto conocería a una señora, excelente persona en todos los aspectos, pero con una personalidad delicada. Me indicó que debía guardar ciertas normas fundamentales en esta relación, entre ellas, una regla especialmente importante: por ningún motivo debía hablarle de mi pasado sentimental.
Este se limitaría únicamente a mi relación con Maureen Luz, y nada más. Me recalcó que no debía mencionar ni siquiera la existencia de mis hijos, ya que la historia sería que no los tenía. En realidad, los tres hijos eran con la misma señora en un relación anterior, con ella ya fallecida. En otras palabras, debía proyectar una imagen impecable, un modelo de ser en ese sentido, sin que existiera la más mínima sombra de complicaciones emocionales
Este mensaje, claro y directo, me dejó una profunda reflexión. Finalizando el libro, compartiré las consecuencias que pueden surgir de desobedecer este tipo de directrices en el ámbito espiritual. Este aviso no solo tenía un componente personal, sino también una dimensión espiritual que me obligaba a ser muy cauteloso con las decisiones que tomaría en ese aspecto.
Como hice caso omiso a lo anunciado, el universo comenzó a guiarme hacia experiencias que jamás imaginé vivir, aquellas que siempre había eludido de manera olímpica, sin complicaciones.
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Me vi conviviendo con un ser extremadamente celoso e irrespetuoso de la ley de oro, la cual rige nuestra existencia. En ella se condensan los mandamientos y todas las normas fundamentales para nuestro peregrinaje en este plano terrenal. Esta ley muy conocida dice: "Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti". Muy pronto, en la red de sitios web Crónicas y Relatos CARCACOL, estará disponible el relato titulado "Cosechás lo que Sembrás", que describe con detalle las lecciones aprendidas de estas vivencias.
El mes de enero comenzó y con él la etapa de empacar mis pertenencias. Algunas, de manera muy cordial, el señor mormón se ofreció a guardarlas en su casa; otras las llevaría conmigo como equipaje, posiblemente para finales de mes. Con la intención de preparar bien mi estadía en Medellín, me puse nuevamente en contacto con Masivo de Occidente, la empresa aliada con el sistema del metro que suministra el servicio de alimentadores. Me informaron que había una convocatoria para el día siguiente, y que, generalmente, cada quince días abrían nuevas oportunidades, sin que la edad fuera un impedimento para ser contratado. También me comuniqué de nuevo con Doña Flor, quien me aseguró que el sitio en su casa estaba disponible. Le confirmé que estaría allí, comenzando en febrero.
Por otro lado, todos los días me mantenía en contacto con dos señoras que habían hecho Match en la página de Tinder. Este es el proceso que se activa cuando una persona le da me gusta a mi perfil y mi respuesta es la misma, lo que permite al sistema facilitarnos la comunicación directa e intercambiar números de teléfono y demás detalles.
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A través de estos intercambios, se estaba gestando la posibilidad de nuevas relaciones, las cuales, como siempre, parecían surgir cuando menos lo esperaba.
Como suele ocurrir, la mayoría de las entrevistas no exceden los cinco minutos, pero el viernes 24 de enero la señora Luz Mercedes Tabares se comunicó conmigo en dos ocasiones durante el día, mostrándose muy interesada en conocerme. Fue tan amable que me hizo prometerle que, tan pronto como estuviera en Medellín, la llamaría para salir a almorzar.
Cuando ya había empacado todas mis pertenencias, el señor mormón vino a recogerlas y las llevó a su casa, ubicada en el Barrio Miraflores, en la salida hacia Manizales, cerca del planchón de mancha, un acopio de plátano desde donde se despachan varios camiones diariamente hacia Bogotá, Medellín, Cali y otras ciudades capitales.
Durante el resto del mes de enero, me dediqué a despedirme de los muchos amigos y conocidos que, en estos casi seis años, me habían acogido de una manera insospechada y muy amable. Siempre lo he dicho: en Pamplona viví los primeros 18 años de mi vida y quizás un poco más, pero si regresara ahora, muy pocas personas me reconocerían. En cambio, en Belalcázar, aunque me fui en plena pandemia, estoy seguro de que, cuando regrese, seré recibido con un efusivo saludo y un sincero reconocimiento. Son las vueltas que da la vida, sin que tengamos la opción de aceptarlas o no.
Les comentaba a varios allegados de allí la diferencia entre los treinta años que conviví con Maureen Luz y los casi diez que cubren estos últimos cincuenta años. Los primeros treinta estuvieron marcados por una zona de confort total, en la que todo fue rutinario y apenas sucedieron cosas fuera de lo común.
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En cambio, los últimos años, después de la partida de Maureen Luz, han sido completamente diferentes. Han sido muy pocos los periodos en los que me he mantenido estático. Todo lo contrario: he vivido una constante ebullición, como si estuviera en un tobogán gigante, conectado con una montaña rusa espiritual de emociones y experiencias. Espiritualmente, este ha sido el periodo más productivo de mi vida. A continuación, les haré un pequeño recuento de lo más destacado en este ámbito.
Al llegar a Belalcázar, una de mis costumbres nocturnas era sintonizar La Mega, una emisora que transmite un programa muy variado. En una de esas noches, escuché una entrevista con un personaje que habló sobre el libro de Urantia, específicamente sobre el pasaje que trata de la rebelión de Lucifer y sus consecuencias. Este tema captó profundamente mi atención, y decidí que debía conocer más sobre él. Comencé a investigar y, como ya he mencionado, logré obtener una copia en formato PDF del libro. No mucho tiempo después, en noviembre de 2017, adquirí finalmente mi propio ejemplar de Urantia, un día después de haber conocido a la Señora de Envigado.
En 2021, durante un viaje del señor mormón a Facatativá, mientras revisaba algunas cosas que había dejado, encontró un folleto algo deteriorado titulado: La Verdad, para encontrarla no hay que ir muy lejos. Este hallazgo me intrigó de inmediato. Además, el señor mormón tenía una impresora con escáner, y siguiendo sus indicaciones, escaneó el folleto y lo convirtió en formato PDF. Cuando leímos el documento en voz alta, junto con Claquial, me surgió una idea que rápidamente se materializó: crear un sitio web dedicado exclusivamente a difundir este folleto. Así nació el portal web https://librolaverdad.webnode.com.co donde se puede acceder y descargar el PDF gratuitamente.
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El siguiente paso en este proyecto será imprimir el folleto y distribuirlo masivamente para que llegue a muchos hogares. La meta es que este mensaje, que considero de gran importancia, sea compartido ampliamente con quienes puedan beneficiarse de él. Un año después de una manera inesperada me tropecé con Las Leyes Espirituales, de inmediato después de leerlas y releerlas, les confeccioné el siguiente sitio web https://lasleyesespirituales.webnode.com.co
Hace casi quince años en 2010, llegó a mi correo de remitente desconocido, dos libros en pdf, se trataba de "Un bolsillo lleno de dinero" y "Las 9 cartas de Jesucristo", el primero lo he empezado a leer en muchas oportunidades y no ha sido posible concluirlo, con el segundo sucedió todo lo contrario, nunca le presté atención y de repente en marzo de 2023 lo reencontré, lo leí y al igual que con la verdad hubo dentro de mi ser la imperiosa necesidad de publicarlo en un sitio web exclusivo para el ahí nació https://las9cartasdecristo.webnode.com.co y desde entonces se convirtió en mi libro de cabecera; pero en septiembre de 2022 una madrugada veíamos una película en YouTube cuando al terminarse esta, de repente se saltó a un canal del señor Christian Arguello Gómez y presentaba a la señora María Elena Sarmiento quien compartía cómo llegó a sus manos el libro "La Obra de Cristo", fue una entrevista muy interesante, tanto que me dirigí a su sitio web y como en la veces anteriores surgió la necesidad de proporcionarle un nuevo sitio web que estuviese conectado con los otro tres libros, allí nació el sitio web https://laobradecristo.webnode.es
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Y ya con estos cuatro excelentes documentos, entrelazados en la web solo faltaba hacer lo mismo con el Libro de Urantia que quedó plasmado, con audiolibros y reuniones que se efectúan todos los jueves a las 7 de la noche en Medellín y a las que usted puede asistir virtualmente https://libro-de-urantia.webnode.com.co es el sitio web.
Para mi modesto conocimiento, en el orden que he presentado los libros anteriores deberían ser leídos, pues en ese orden va la sencillez y la manera fácil de digerirlos y cuando lleguen a Urantia lo pueden empezar por el Documento 122, que trata la vida de Jesús desde su nacimiento hasta su partida.
Junto a los sitios web de los cinco libros en este Sistema de difusión también encontrarán un sitio dedicado a seis devocionales diarios diferentes, incluido el evangelio diario y la prédica de Dante Gebel todos los domingos, además del regalo para el alma y tu voz interior todo lo anterior en un solo sitio https://devocionalescarcacol.webnode.com.co y como todo no puede ser devoción y espiritualismo, también se les ofrece todas las películas de Cantinflas completas en el siguiente sitio web https://cantinflas-peliculas-completas.webnode.com.co para amenizar los domingos está un sitio con todas las Prédicas de Dante Gebel https://dante-gebel.webnode.es y para concluir con este periplo de sitios web cierro con el más reciente, Acrósticos CARCACOL en donde enviando unos datos básicos le elaboramos un acróstico Homenaje Póstumo a su ser querido, inmediatamente lo subimos a la nube y le hacemos llegar un enlace directo; y al llegar a 300 se publicará un libro físico en el cual quedará inmortalizado el nombre de su ser querido, estamos para servirles y nos encuentra en el sitio web https://acrosticoscarcacol.webnode.com.co
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